Discurso Decanatura

San Juan de Pasto, Enero 23 de 2004

Desde la fecha en que Usted apreciado Dr. Pedro Vicente Obando, gentilmente me ofreció la Decanatura de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas, nuevas meditaciones, inquietudes y esperanzas me acompañan día tras día y se presentan sigilosamente  en el tablado del teatro de mis sueños.

Nunca pensé llegar a un cargo de tanta importancia y responsabilidad….Aún tiembla mi pulso cuando escribo estas frases y abro gran cantidad de archivos que yacen en los muebles de una oficina que muchas veces visité y nunca imaginé se convertiría temporalmente en mi lugar de trabajo. Todavía me parecen extraños esos documentos, esos archivos, pues no encuentro en ellos todavía las constelaciones y seres mitológicos que siempre me saludaban cuando abría un cajón o un libro.

Hace mucho tiempo….casi 30 años atrás, las mismas sensaciones se apoderaron de mi espíritu cuando emprendía mi labor educativa en un Colegio de Pasto y la sombra del temor  me susurraba constantemente al oído  “abandona la empresa”…  El tiempo pasó, el temor se calmó y pude subir a una pequeña colina.

Hoy, Señor Rector, su generoso ofrecimiento me ha impulsado a escalar una gran montaña; a visitar paisajes por mí nunca sentidos….

En una de las charlas rápidas que sostuve con Usted Dr. Pedro Vicente Obando, algunas voces sutiles que sólo se escuchan con los sentidos del corazón, me insinuaron  responderle afirmativamente…..

A partir de ese instante,  nacieron mágicamente nuevas montañas…El sendero lo encuentro ahora mucho más empinado que cuando lo miré por primera vez…Pero en mi sangre está el código genético de piedra y arcilla y nunca miraré hacia atrás ni cambiaré el sentido de mis pasos…

Estos últimos días he mirado en el valle muchos rostros: algunos sonrientes…otros rechazando mi mirada y mis sueños. Pero yo sé que más allá de las grises nubes hay infinidad de luceros que  iluminan mis pequeños pasos…..Y más allá de los luceros está el espejo cósmico que refleja nuestros actos y los transforma en azules peces que se sumergen en el inmenso Mar, donde no hay rostros, ni tampoco formas….y sólo tienen vivencia los hermosos sueños y las ideas grandiosas.

Espero nuevamente…como ocurrió en el lejano ayer, se calme el temor y pueda ascender tranquilo los empinados escalones.

Trataré con todos mis esfuerzos Dr. Pedro Vicente Obando de estar en resonancia  con su brillante labor administrativa y el  reto se agiganta aún más cuando debo continuar el trabajo transparente y supremamente ordenado que realizó el  Dr. Bernardo Calvache….

Y hay otro compromiso!….Mi Padre en la década de los 70 convirtió la decanatura de la Facultad de Educación en un fecundo trigal de ideas y pensamientos y sembró en sus archivos una bella poesía. Yo no puedo hacer ésto, pero si lo tendré presente, y tranformaré este vivo recuerdo en la brujula que guía el barco.

Hoy el Sol amaneció en la fuente del patio

La Luna pintó con carmín su pálido rostro

Y luciérnagas cósmicas brotaron del barro.

He nacido una vez más del silencio…..