Pasto, Junio 23 de 1984
Estimadas Alumnas :
Vine en este atardecer a despedir muchas estrellas. Y siento en mi alma gran nostalgia…Un perpetuo movimiento de ideas y recuerdos me acompañarán siempre.
El amanecer se aproxima hacia vosotras. Dentro de algunos sueños cruzareis el umbral que conduce a nuevos tiempos. Aparecerán diversos caminos, la mayoría de ellos fáciles de andar. Escoged el más tortuoso y empinado, el que está alfombrado con piedras y espinas.
Con el tiempo, si trabajais con amor el sendero, las piedras se transformarán en fuego; las espinas rosas engendrarán. El fuego os acompañará siempre, os iluminará cuando la sombra del dolor se junte con vuestra sombra. Las rosas esparcirán fragancia y ternura en todos los sueños de amor.
Buscad el lugar donde se saludan los cuatro caminos y se besan los cuatro vientos, Allí converge el Fuego, el Aire, el Agua y la Tierra; se convierte el plomo en oro, la densa materia en sutil sueño alquimista.
Descubrid vuestro Yo. Viajad a su interior profundo y misterioso y encontrareis la Piedra Filosofal, la llave del templo que protege los secretos de la Ciencia, la cuna de legendarias sinfonías, el Cristo Universal de Teilhard de Chardin.
Así llegareis a ser más auténticas, más libres,
” Conócete a tí mismo “ pregonaban antiguos vientos y aún lo claman las brisas nuevas en la soledad de las cavernas.
Soñad mucho, porque el sueño es vida. Fundid vuestras ilusiones allí donde nace el infinito silencio de las estrellas, pero tened el corazón sembrado en la Tierra para que podais percibir las notas melancólicas del pueblo pobre, la fecunda soledad de la madre abandonada, las risas infantiles que juegan con el trágico sonido de los fusiles.
Pensad siempre en vuestra Tierra..Algún día llegareis a cimas desconocidas y os dareis cuenta que del lejano Valle brotan melodías embriagadoras que os invitan a retornar. ! Regresad y sembrad la semilla! Muchos surcos de la Patria son vírgenes. Sembrad silencios en la ruidosa sociedad moderna y clamor de justicia en el pueblo oprimido.
Así vivireis con plenitud, porque la vida no es sino un ir y un regresar, es una ausencia y un retornar, es simplemente un río y una esperanza…
Alberto Quijano Vodniza